Dos patojos funerarios localizados en La Peña, zona arqueológica del municipio de Actopan, Hidalgo
Carlos Hernández Reyes/Investigador del Centro INAH-Hidalgo
Acudieron el 25 de abril del 2006 el arqueólogo Alfonso Torres Rodríguez y Carlos Hernández Reyes de la sección de investigación del Centro INAH-Hidalgo.
Para atender la solicitud del profesor Joel Acosta Peña, presidente del comité pro-museo Rural Comunitario de La Peña, para registrar una colección de objetos arqueológicos que los vecinos de la comunidad han localizado en la zona arqueológica de La Peña, para que formen parte del museo.
La Peña, es una zona arqueológica perteneciente al municipio de Actopan y está formada por unas serie de terrazas y montículos situados al sur de La Peña que forma parte de los llamados frailes de Actopan. Este sitio fue registrado y reportado por primera vez en la década de los años 80 por el Proyecto Arqueológico Valle del Mezquital, que dirigió Fernando López y Ángel Trinidad y publicado en 1987.
Informan que la zona arqueológica está formada por una serie de terrazas que
corren en dirección norte-sur perpendiculares al declive del terreno, y tiene una extensión aproximada de 6 hectáreas. Se identificó la presencia de materiales correspondientes al preclásico superior, al tolteca y Coyotlatelco, no mencionan materiales teotihuacanos.
Al suroeste de la zona arqueológica se han localizado pisos de estuco, cimientos de casas de la época prehispánica, figurillas, vasijas, enterramientos humanos y ofrendas funerarias; entre las que destacan dos vasijas conocidas en la literatura arqueológica como patojos que en este caso sirvieron como urnas funerarias, ya que contenían huesos humanos incinerados. Los patojos (shoe-shaped vessel) según el vocabulario sobre cerámica de Robert E. Smith y Román Piña Chan son recipientes en forma de zapato. En las cocinas de las comunidades donde se utiliza el comal los patojos se colocan debajo para aprovechar el fuego, de esta manera utilizan el fuego del fogón para el comal y el patojo al mismo tiempo.
Evelyn Ratray en su artículo “La cerámica de Teotihuacán” del libro La Producción Alfarera en el México Antiguo II publica en la página 191 c., un patojo que tiene como rasgo distintivo poseer pequeños soportes cónicos y considera que es una pieza teotihuacana. También en las exploraciones de Juan Carlos Equihua en Tizayuca, se localizaron varios patojos teotihuacanos, pero sin asas. En el noroeste de Tlaxcala en la zona arqueológica de Calpulalpan se localizó un patojo correspondiente a la cultura teotihuacana (Vargas Enrique y Jarquín Pacheco). Es en Michoacán se han encontrado los patojos estéticamente más logrados y decorados con pinturas, por lo que suponemos en este caso que más que una función utilitaria, tuvieron una decorativa o hasta ceremonial.
La mayoría de los patojos parecen corresponder a la cultura teotihuacana de la que no se han encontrado vestigios en La Peña sin embargo se han localizado gran número de figurillas que parecen corresponder al Epiclásico y que reproducen en piezas locales elementos teotihuacanos. Sin embargo en este momento no podemos atribuirles con certeza una cronología a los patojos de la peña.
Este tipo de recipientes, en forma de zapato no son exclusivos de las culturas de Mesoamérica, ya que también han sido localizados en Sudamérica en la cultura Tairona de Colombia, en la cultura Diaguita de Chile y del noroeste argentino.