Porta-estandartes toltecas en forma de jaguar localizados en Iturbe, barrio de Tula
Carlos Hernández Reyes/Investigador del Centro INAH-Hidalgo
Fue durante la XI temporada de exploraciones que llevo a cabo el arqueólogo Jorge R. Acosta, en la zona arqueológica de Tula, cuando le informaron del hallazgo de unas esculturas que
habían aparecido en Iturbe, barrio localizado al norte de Tula. Acosta describe las esculturas descubiertas que son dos jaguares labrados en toba volcánica y que se encontraban asociados a un altar. Presentan en la espalda, una cavidad cilíndrica entre los hombros donde era colocado un estandarte. Estas esculturas se colocaban delimitando las alfardas de pirámides o altares.
Los jaguares están labrados en una piedra de forma prismática y tienen una apariencia geométrica. Se trata de dos esculturas de bulto muy semejantes entre sí que representan a los felinos en posición sedente, tienen las fauces abiertas mostrando los colmillos. Llevan un collar en forma de cordón trenzado del que cuelga un pectoral triangular que posiblemente represente un corazón humano. En la parte posterior del cuerpo está representada la cola del felino.
Acosta los interpretó como una pareja basándose en el tamaño, ya que una de ellas es más grande y la consideró el macho y la otra menor, como la hembra; la mayor fue trasladada a la ciudad de México y se encuentra actualmente en exhibición en la sala tolteca del Museo Nacional de Antropología donde se le ha colocado en el lomo un asta de madera, representando el estandarte; el jaguar más pequeño se exhibe en el museo de sitio Jorge R. Acosta de la zona arqueológica de Tula.
La escultura mayor mide 87 cm. de alto por 44 cm. de ancho y la otra, que es más chica, 83 cm de altura por 40 de ancho. Fueron labradas en toba volcánica y su aspecto es geométrico, pues no se pudo eliminar la forma del bloque original. Las dos esculturas son tan semejantes que es probable que hayan sido obra del mismo artesano.
Otro porta-estandarte jaguar, también de toba, pero representado de manera más naturalista fue localizado durante la exploración del juego de pelota 1 de la zona arqueológica de Tula y a pesar de que se exhibe en el museo Jorge R. Acosta es decir está bajo techo sufre el deterioro natural del tiempo.
En el lugar del hallazgo de los jaguares se llevó a cabo una pequeña exploración encontrándose restos de una construcción tolteca decorada con tableros lisos que se encontraban dispersos en la base de la estructura.
Los porta-estandartes se dividen en antropomorfos y zoomorfos, estos últimos tienen la perforación en el lomo. En los portaestandartes antropomorfos la perforación esta entre las manos. Son esculturas subordinadas a la arquitectura y nos indican la preferencia de los toltecas por las representaciones de felinos.
Corresponden cronológicamente a la fase Tollan de 950 a 1200 d.C. que fue la época de esplendor de la cultura tolteca. Los dibujos son obra del artista Abel Mendoza Hernández.